Terapia de espejo para la rehabilitación del miembro superior tras un accidente cerebrovascular

El accidente cerebrovascular es un síndrome clínico causado por una alteración de la función cerebral de origen vascular. Según la Organización Mundial de la Salud, es una de las principales causas de discapacidad en los países desarrollados.

terapia del espejoUna de las secuelas más comunes de las personas que sobreviven a un accidente cerebrovascular es la hemiparesia de la extremidad superior. En consecuencia requiere un largo período de rehabilitación, provocando que estas personas sufran una funcionalidad limitada de su brazo,  que a veces llega hasta los 6 meses después de haber sufrido el episodio.

La recuperación del miembro superior y el componente motor de la mano es esencial para el rendimiento funcional de las actividades de la vida diaria. En la práctica clínica, existen varias técnicas terapéuticas para abordar este problema que incluyen entrenamiento robótico, estimulación eléctrica funcional, técnicas de entrenamiento sensoriomotor e imaginería motora, entre otras.

En los últimos años se ha introducido la terapia de espejo como una opción de tratamiento viable para la rehabilitación de la extremidad superior, después de un accidente cerebrovascular.

En la imagen superior, puedes observar un ejemplo: aunque parece que estás viendo los dos brazos de la persona que sale en la fotografía, en realidad lo que ves es únicamente el brazo derecho y su reflejo en el espejo. Piénsalo, el brazo izquierdo no aparece en la imagen, es el reflejo del derecho. ¿Te habías fijado?

110613-N-YM336-079La terapia de espejo se introdujo a finales de la década de los 90 de la mano de V. Ramachandran, para el tratamiento de pacientes amputados de una extremidad (un brazo, una pierna o una parte de la extremidad) que tienen dolor en esa parte a pesar de haber sido amputada, lo que se conoce como dolor de miembro fantasma.

Esta técnica se basa en crear una ilusión visual mediante la observación de una de las extremidades en un espejo. Se lleva a cabo colocando el espejo entre la extremidad sana y la extremidad afectada, quedando la extremidad sana reflejada en el espejo y la afectada en el lado opaco, de modo que esta última no se puede ver. El paciente debe colocarse de manera que solo vea el reflejo de su extremidad sana en el espejo, para que así su cerebro perciba la ilusión visual de que la extremidad afectada adquiere una función adecuada, cuando en realidad la que se mueve es la sana y lo que realmente observa es el reflejo de esta.

Aunque es necesario adaptar el tratamiento a cada paciente, un reciente estudio concluyó que para un máximo efecto de la terapia de espejo en la rehabilitación del miembro superior tras un accidente cerebrovascular, las intervenciones deben consistir en sesiones de 20 minutos realizadas 5 días a la semana durante 4 semanas.

Esta técnica de tratamiento puede utilizarse sola o en combinación con otros tratamientos y es efectiva para cumplir el objetivo de su uso: mejorar la función de la extremidad superior afectada y aumentar el nivel de independencia en las actividades del día a día en aquellas personas que han tenido un accidente cerebrovascular.

Fuente: Artículo tomado de publicación realizada por Javier Peral P.

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